PRESENTACIÓN
Una trayectoria, una vida
mestizaje, libertad, peruanidad
Hola, soy Kike Larrea.
¿Cómo definir mi trayectoria como músico y como artista?
Creo que podría definirla con tres palabras: mestizaje, libertad y peruanidad.
Mestizaje, porque siempre me he sentido un artista múltiple, de horizontes diversos, que busca definirse en la multiculturalidad, sin negar sus orígenes ni su esencia. Todos los proyectos que han trazado mi camino (Simbiosis, Los Mojarras, Arba, Chinchiví, Kamanchaka) han estado marcados por el afán inquebrantable de abrir puertas y permitir el encuentro, en la búsqueda de nuevos caminos.
Libertad, porque nunca me interesó el arte más que por el arte. Mi música no tiene género, mercado, “público objetivo”, ni estrategia de marketing. Independencia, en todos los sentidos. En la creación y en la producción. Si algunos pueden considerar mi postura como fundadora, renovadora, es por este afán inquebrantable por dejar fluir la música sin artificio, sin ideas preconcebidas, dejando que esta sea un reflejo de la vida, con sus maravillosas imperfecciones.
Peruanidad, porque mi país es la sangre que corre por mis venas. Me definen sus paisajes, sus sonidos, sus colores, sus sabores, sus alegrías y dolores. Mucho más aún desde que vivo lejos de él, a pesar de que me alimento de la nostalgia de su lejanía. Pero mi peruanidad es sobre todo una búsqueda. Mi espacio no es el folklore ni los museos. Lo busqué en los cerros de El Agustino, en los ritmos endiablados de negros y criollos, en el rugido de los mares de mi infancia, en el canto de montañas ancestrales.
Esta búsqueda es la de una vida. El proyecto “Kamanchaka” fue un ensayo. Fue un intento por confirmar si era necesario continuar el camino solo. Si tenía algo que decir como compositor, más que como productor o instrumentista. Y la respuesta fue positiva.
Con mi nuevo álbum “6” quiero llevar a la madurez mi propuesta personal. Ahora se trata de concretar mi universo en una versión definitiva.
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Mi música, mi alma
Los ruidos de la contradicción y el amor
« El trabajo de Kike Larrea genera un tejido de texturas sonoras que engloban la gran diversidad musical del Perú. Una diversidad musical (y cultural) tan milenaria como universal. Pero la propuesta de Larrea lo hace de una manera sui generis, lejos de la tarjeta postal: aquí conviven una elevada vanguardia musical y un gran respeto por los ancestros: la esencia del África, la profundidad del ande, los susurros de la selva amazónica.
Es el ritmo duro y sensual afroperuano, de compases endémicos y endemoniados, que se fusionan en un rock mántrico de aires progresivos y cadencias elegantes, que se dejan acariciar por la sensibilidad y sutileza de la armonía y el corazón del ande.
Es la orquesta de la selva, la contemplación de la montaña, la aspereza de las arenas de la costa mientras el cielo se funde con el mar coloreando la belleza del atardecer del sur en el horizonte. »
Santiago Pillado, revista Descabellado, Perú